jueves, 29 de agosto de 2013

Rocío

"La actividad contemplativa es lo más placentero y más perfecto", Aristóteles
"El silencio es el lenguaje de Dios", Yalal ad-Din Muhammad Rumi

Hoy disfruté por un momento de mi jardín, adoptando, como de costumbre, la posición de “El Pensador” de Rodin. Me senté en aquella roca volcánica que, tiempo atrás cual troglodita, arrastré al lugar más estratégico para llevar a cabo la contemplación de mis flores. Mientras miraba el brote en formación del ave del paraíso (cuando nazca coronará mi pequeño jardín del Edén), mi vista se detuvo en un punto naranja que resplandecía cual brillante metal; a medida que acercaba la mano, mi vista se enfocaba y logré reconocer que era una gota de rocío antes de tocarla. Lentamente moví mi cabeza y el resplandor cambiaba de color haciéndose celeste, hasta que perdió el brillo; ahora moví la cabeza más lentamente y el color celeste pasaba a verde, amarillo, naranja, rojo y se perdía el brillo. Volví a mover mi cabeza en sentido contrario y los colores iban de rojo, naranja, amarillo, verde, celeste y se perdía el brillo. Y así, una y otra vez, en una gotita de rocío cobraron vida las luces navideñas en Agosto…


"Donde quiera que
te encuentres,
sea en la devoción
o en la vida ordinaria,
contempla a Dios
–en lo que comes,
en lo que bebes,
con quien te cases,
sé siempre consciente
de que él es
el Contemplado
y el Contemplador", Abd Al-Kader

martes, 20 de agosto de 2013

Engalanada

La dama más distinguida de mi jardín
laboriosamente ha confeccionado
su traje para recibir inmaculada
a la sigilosa luna llena de Agosto.


por JM


lunes, 5 de agosto de 2013

Lo que más quiero

(Texto: Violeta Parra. Música: Isabel Parra)
 
El hombre que yo más quiero,
en la sangre tiene hiel,
me deja sin su plumaje,
sabiendo que va a llover.


El árbol que yo más quiero,
tiene dura la razón,
me priva su fina sombra,
bajo los rayos del sol.


El río que yo más quiero,
no se puede detener,
con el ruido de sus aguas,
no escucha que tengo sed.


El cielo que yo más quiero,
se ha comenzado a nublar,
mis ojos de nada sirven,
los matan la oscuridad.


Sin abrigo, sin la sombra,
sin el agua y sin la luz,
sólo falta que un cuchillo,
me prive de la salud.