viernes, 27 de julio de 2012

Momento


Mi cuerpo dulcemente esclavizado yacía
al cálido dominio de tu abrazo tierno,
mientras mi piel desnuda recibía
las divinas caricias del Sol eterno.

Ahora emerge borroso aquel instante,
como un imaginario sueño, intangible,
tu abrazo con el viento huyó galopante
y al Sol la fría noche tornó invisible.

A mis ojos todo aparece y desaparece,
en intervalos fluye el tiempo al parpadear,
sólo el eco resonante dentro de mí permanece
hasta que el silencioso olvido haga su llegar.

¿Cuál fue el propósito de aquel encuentro?...
La razón naufragará buscando contestación;
todo en la vida es un fugaz momento,
sutiles notas de una irrepetible canción.


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