Mi cuerpo dulcemente
esclavizado yacía
al cálido dominio de tu
abrazo tierno,mientras mi piel desnuda recibía
las divinas caricias del Sol eterno.
Ahora emerge borroso
aquel instante,
como un imaginario
sueño, intangible,tu abrazo con el viento huyó galopante
y al Sol la fría noche tornó invisible.
A mis ojos todo aparece
y desaparece,
en intervalos fluye el
tiempo al parpadear,sólo el eco resonante dentro de mí permanece
hasta que el silencioso olvido haga su llegar.
¿Cuál fue el propósito
de aquel encuentro?...
La razón naufragará buscando
contestación;todo en la vida es un fugaz momento,
sutiles notas de una irrepetible canción.
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