domingo, 11 de noviembre de 2012

El arte de encontrar respuestas sin hacer preguntas


Yo hija mía, la Luna,
estoy aquí para revelarte
el secreto que jamás
escapará de tu padre.

Aunque me ves distante,
fría y silenciosa,
siempre estoy contigo,
te equilibro, te arrullo.

La noche que busques respuesta,
alzarás hacia mí tu mirada,
y me verás como nunca
el espejo que siempre he sido.

Sabrás que eres espíritu errante,
que el sufrimiento fue momentáneo,
cerrarás tus ojos y volarás lejos,
a descubrir: un nuevo Universo.


por JM


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