Sí, le he dado la vuelta, subido, caído, medio
ahogada, medio envenenada, medio encadenada, medio dormida. En aquella
inconsciencia lancé palabras, dieron vuelta a la Tierra y regresáronme piedras, latigazos y
puñaladas por la espalda.
Es el brillo del diamante que encandila, no es la piedra, es la belleza
que percibe la mente del observador, ese es el tesoro, intangible,
intocable, fuera de éste plano, como toda nuestra esencia. Y aquí todos
tontos, dándole la vuelta al mundo buscando riquezas.
Sí, la Tierra es plana, es un lienzo que nadie se atreve a perforar.
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