martes, 4 de septiembre de 2012

Princesa por siempre


La forma humana de la ternura
es naturaleza divinamente bella,
pues como princesa trae envestidura
y ojos con brillo de mil estrellas.

Su risa es miel melodiosa
que baña al corazón entristecido,
si escuchas esa voz preciosa
tu pena se habrá extinguido.

Es niña creciendo con calma,
aún no sabe que es un tesoro,
pues aquello que percibe el alma,
no necesita estar bañado en oro.

Y esa niña que vive sin prisa,
siempre como princesa la verán,
pues el brillo de sus ojos y su risa,
con el paso de los años no envejecerán.

 
 

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