¿Quién puede creer en el Caos
cuando las flores son tan perfectas?.
Hoy no estoy para nadie,
duermo profundamente,
una fragancia de flores me ha puesto a soñar,
sueño que vago sobre un escenario
de pesadas telas que llaman realidad.
Pero un día se rasgó el velo,
cual levar inconsciente de párpado,
y tuve un pequeño despertar,
recuerdo que viajaba sin ataduras,
volaba, ¡volaba!, en la más sublime libertad.
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