Espejo abierto al cielo,
un abismo, una oscuridad,
por el lagrimal se cuela una gota,
un suspiro,
pronto se convertirá en sal.
¿Oyes el murmullo del océano?,
¡respira!, canción de cuna,
lamento de infinitas almas
que depositaron
su cuota de lágrimas al mar.
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