jueves, 25 de abril de 2013

Sin miedo

"La mayor certeza se halla en la mayor abstracción", Platón
 
"El pensamiento es un órgano de percepción al igual que el ojo o el oído. Del mismo modo que el ojo percibe colores y el oído sonidos, así el pensamiento percibe ideas", Rudolf Steiner

El oro debe pasar por la fragua del infierno para que te den tu anillo, pero tienes que decirle "basta" al herrero.

Llegamos desnudos, llorando, ensangrentados,  
para que un día un escarabajo mezcle nuestro barro 
con excremento, haga una bola y la levante un día soleado.

Vivimos en lo aparente, ¡hay que mirar a través del espejo!.

Afuera del cristal de nuestros ojos todo es un mundo de fantasía, de múltiples formas, que se han acomodado para satisfacer una necesidad material y mantener viva la ilusión. Se debe procesar toda esa información en la mente, en la oscuridad de la materia gris, que revela el motivo real de su existencia, descubrir el antónimo que le da palmadas en la espalda, la esencia.

En una casa blanca el motor es un motivo oscuro. 

La oscuridad se levanta, se cepilla los dientes y camina con luz.

Así es como la sonrisa maliciosa no es más que una angustia existencial (su mueca invertida), tan profundo sentimiento hizo que se morderdiese su propia lengua y se la partiera en dos.

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