jueves, 11 de abril de 2013

El ritual

¿Qué es una hendidura en la piel 
que sangra sino una herida?...

Imbuidos en aquel jardín,
donde todas las flores se llaman ilusiones, 
mis ojos buscan incansablemente  
el resplandor de tu alma
y te imploro misericordia:
"retira la daga de mi herida antes que  
deposites más dolor en mi carne".

¡Oh! y tu respiración, un inhalar y exhalar,
que martillea en mi oído la palabra: a mor.

Sí, he sentido cercana la muerte,
vivo sabiendo que cada latido 
es un redoble de tambor de despedida.

Te has llevado victorioso
mi corazón en ofrenda. 

"Crepuscule",  H. Weigèle (1906)
 

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