Anochece y eres libre de elegir la casa donde enriquecerte:
puedes entrar al palacio donde te tratarán como el príncipe que eres, te vestirán
con trajes de seda y tendrás todas las mujeres que quieras, o puedes entrar a
la choza del campesino, quien compartirá contigo la sopa de arroz (que él
sembró, cultivo y cosechó) y te contará sus historias del día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario