miércoles, 20 de noviembre de 2013

Nadie sabe para quien trabaja

Hoy desmalezaba el antejardín y como nunca salió mucho pasto. Tenía opción de dejarlo en una esquina para que se lo llevara el camión municipal de la basura, pero preferí usarlo para hacer compost orgánico. 

Mientras entraba a mi casa pensé: “¡cualquiera que me viera pensaría que llevo este fardo de pasto para alimentar a alguna vaca que tengo en el patio!”. Y pensándolo bien, sí, es cierto, tengo una vaca y es una vaca que he aprendido a domesticar para que sea silenciosa.  

Es una vaca muy particular, porque es diferente a las demás: es una vaca muy elástica, a tal punto que es una de esas vacas abiertas, diríase “transparente”, sin límites perceptibles, donde: yo soy la boca, la comunidad de cochinillas (chanchitos) es el estómago y la comunidad de lombrices es el intestino.  Hoy descubrí que trabajo para una vaca. 

Cuan cierto es eso de que la separación no existe, todo es Uno.

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